Evgenio Onegin

La evocación – reacción… Qué sería una Onegin sin abedules? …  Cómo  representarlos de forma no corpórea? Cómo entender  su espíritu. Su esencia  pregnante desde el principio a fin en esta historia queda plasmada en el diseño de un único panorama . La propuesta respetó la necesidad del espacio escénico histórico para cada escena , es decir un jardín ,un salón de baile, una escena para el duelo y el final en San  Petersburgo,  pero  acordamos  trabajar  plásticamente cada elemento perteneciente a la escena con un lenguaje más respetuoso con nuestros tiempos .  Así a esta obra históricamente inserta dentro de la Gran Opera, por sus suntuosos vestuarios y carísimas escenografías , la despojamos casi descaradamente de todo  oropel, indagando en la sutiliza, en la liviandad de materia en contrapropuesta a la pesadez de lo decorativo.

La ligereza delos elementos. Representar la transparencia no fue solo un recurso visual  sino también reforzar el concepto dramático. Hacer funcionar estos elemento traslucidos con cada cambio lumínico es un desafío, y a veces un riesgo que vale la pena correr y en donde  se pone a prueba un equipo especialmente en el trabajo conjunto entre el escenógrafo y el iluminador. La sensación  de leggerezza, evoca las cuestiones mas profundas del mundo de Tatiana y Onegin, aquello que por adentrarse tanto en el alma de un ser  no permite su univoca representación material. Fue permanente esta  búsqueda para lograr transmitir lo espiritual, lo evocativo, lo  sensorial.

La fluidez del espacio. Como técnica el uso no de la perspectiva sino de la Isometría( es decir un espacio métrico y modular) para generar así distintas profundidades  ópticas de perspectiva  estuvo dentro de los recursos del lenguaje visual, aun cuando tuvimos que armar el palacio, con su arquitectura bien conocida por todos,  partimos de un dibujo absolutamente clásico y convencional para fragmentarlo, y generar por momentos una nueva imagen, no convencional pero si más flexible y contemporánea que solo se recompone con la existencia de un espectador.

Bocetos

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Estructura de la obra

La acción se desarrolla en San Petersburgo y en los campos cercanos a comienzos del siglo XIX.

Acto I

Cuadro primero, jardín en la propiedad rural de la viuda Larina.

La viuda Larina y la nodriza Filipievna conversan mientras escuchan cantar a Tatiana y a Olga,hijas de Larina. Se celebra el fin de la cosecha y Olga participa de los festejos con los campesinos, mientras Tatiana, de carácter introvertido, permanece apartada. Llega de visita el poeta Vladimir Lensky, prometido de Olga y vecino, acompañado por un amigo suyo, el terrateniente Evgeny Onegin: un joven culto, rico heredero, desengañado y aburrido de la existencia.

Tatiana se enamora de él a primera vista.

Cuadro segundo, la habitación de Tatiana.

Es de noche y Tatiana escribe una extensa y apasionada carta a Onegin, donde le expresa su amor y su deseo de verlo. Al alba le envía la carta con el nieto de Filipievna.

Cuadro tercero, el jardín.

Onegin acude a la cita, se muestra cortés pero frío en el trato. Dice que el matrimonio no es para él y le pide a Tatiana que lo olvide.

 

Acto II

Cuadro primero, sala en la casa de Larina.

Es la fiesta de cumpleaños de Tatiana. Onegin baila con ella y escucha comentarios de las señoras presentes. Fastidiado, insiste en sacar a bailar a Olga y comienza a seducirla. Mientras tanto, Monsieur Triquet, el tutor francés de Tatiana, le dedica a la joven una poesía de su autoría. Onegin logra desatar los celos de Lensky, quien luego de manifestarle su enojo, ante el horror de los presentes lo reta a duelo de pistola.

Cuadro segundo, un descampado al alba del día siguiente.

Lensky es apadrinado por su amigo Zaretsky, y Onegin, en un gesto despectivo, acude con su sirviente Guillot. Llega tarde, como para dar a Lensky la oportunidad de declararse ganador, pero Lensky insiste en seguir adelante. Se cargan las pistolas, se dan los debidos pasos y Lensky cae muerto por el disparo de su amigo.

 

Acto III

Cuadro primero, sala del palacio del Príncipe Gremin en San Petersburgo,

seis años más tarde.

Se da una fiesta y Onegin está entre los invitados. Ha regresado de un largo viaje, en el cual buscó consuelo a sus remordimientos. Ve a Tatiana, que ahora es la esposa del príncipe, y se apasiona por ella.

Cuadro segundo, la habitación de Tatiana. (UN SALÓN)

Ante el pedido de Onegin, la ahora princesa lo recibe. Él le confiesa su amor, pero ella se mantiene fiel a su marido y a la vida que ha elegido, y rechaza las propuestas de huir con él: no hay vuelta atrás.

A pesar de su insistencia, Tatiana le dice adiós para siempre.